Cómo preservar el capital genético de nuestros toros.

Terminó la época de servicios y es necesario reponer el estados de los toros para la próxima temporada. La inversión realizada en la compra de los toros bien justifica poner atención al cuidado para prolongar su vida útil. A continuación algunas consideraciones y recomendaciones para mejorar el cuidado de los toros en esta etapa tan importante.



Por Juan Juaire

Los toros que TopAngus comercializa son, en su mayoría, de poco menos de 24 meses de edad, y sólo en algunos casos de 15 meses. Estos toros luego de pasar por su primer temporada de servicios deben ser considerados como individuos de recría que aún no completaron su crecimiento y por lo tanto se deben tomar medidas sanitarias y de alimentación apropiadas para que no sufran retrasos en su desarrollo y puedan expresar todo su potencial cuando lleguen a la etapa de adultos.

Examen físico y sanitario: Control veterinario para prevenir enfermedades

Una de las primeras medidas a tomar es el control de enfermedades venéreas. Éste lo realiza el veterinario en sucesivas ocasiones pero es importante repetirlos antes del momento en que los toros ingresan a servicio.

Se deben realizar todos los exámenes de rutina como: control de testículos, búsqueda de lesiones que afecten el desplazamiento, observación para determinar la existencia de claudicaciones, revisión del estado de los ojos, presencia de ectoparásitos, entre otros. Con esta información se podrán tomar las medidas de manejo y tratamiento necesarios.

Este es el momento indicado para evitar que las lesiones encontradas se agraven por lo que es muy importante realizar estas controles inmediatamente después de haber finalizado el servicio.

Hay que tener en cuenta que los toros jóvenes sufren un alto estrés durante el servicio lo que les ocasiona bajas de defensas y son más proclives a sufrir y contraer enfermedades como así también ser más susceptibles a las parasitosis.

Mantener en todo momento visible la identificación de los toros.

Tratamiento recomendado

1. Programa de vacunación. Vacunar para reforzar inmunidad con vacunas varias. Estas vacunas serán aplicadas dentro del calendario de vacunación del rodeo, en los momentos que el profesional actuante considere conveniente.

• Reproductivas.
• Vacunas del complejo respiratorio bovino.
• Mancha y gangrena.
• Carbunclo.
• Y también es importante cubrir carencias minerales como el cobre.

También es necesario realizar un rutinario control de parásitos internos y externos que combine distintas drogas y, de ser posible, monitorear mediante el conteo de huevos/gramo en materia fecal (HPG) la carga parasitaria, de lo contrario aplicar antiparasitario en intervalos no mayores de 60 días.

2. Nutrición. Es fundamental controlar la condición corporal (CC) de los toros y la evolución del peso. Es importante no descuidar las exigencias nutricionales de los toros que aún están completando su desarrollo para evitar caer en medidas de último momento que siempre conllevan riesgos para la salud de los reproductores.

Es preferible mantener los toros en potreros con adecuada disponibilidad de forraje y controlar su aumento de peso para lograr ganancias en el orden de los 500 a 700 gramos diarios. Este nivel nutricional en muchos casos no es necesario para toros adultos, por lo que es recomendable separar los toros según edad y condición corporal.

Tener en cuenta que en muchos casos los toros son llevados a un potrero donde permanecen seguros, con buen alambrado, pero no siempre estos potreros están preparados para albergar a los toros durante todo el periodo en que están fuera de servicio y la disponibilidad de forraje es escasa.

En caso de que tengamos que implementar un sistema de suplementación con concentrados es importante planificarla con suficiente anticipación ya que lo recomendable es manejar niveles de concentrado no superiores al 0,6% a 1% del peso del toro. Este tipo de suplementación es estratégica para corregir una dieta pero nunca son la base de la alimentación.

Una adecuada condición corporal (CC) en los toros en una escala de 1 a 6 (siendo 1 muy flaco y 6 extremadamente gordo), sería 3. Con ese estado es suficiente para que el toro esté en condiciones adecuadas para entrar en servicio en cualquier momento. Para poder identificar esa CC a la que nos referimos, hay que observar que en los toros que no se noten las costillas y que no tengan depósitos de grasa en la base de la cola.

3. Medidas de manejo. Al sacar los toros de servicio normalmente se reúnen todos en un solo potrero y por un par de días va a ser el momento de mayor riesgo de lesiones, por lo que es recomendable aumentar la frecuencia de recorrida del lote y separar algún toro si es estrictamente necesario ya que después va a ser muy difícil reincorporarlo al mismo lote.

Dentro de un grupo contemporáneo de toros se establecen jerarquías que se ponen de manifiesto en peleas y enfrentamientos permanentes, estas luchas no son perjudiciales sino que ayudan en la formación del reproductor como tal y hay que entenderlo como una forma particular de ejercicio. Nada de esto tiene que ver con la DOCILIDAD, que es la interacción de los toros con las personas. Para evitar que en esta interacción los toros se lesionen, hay que formar grupos activos uniformes y sacar toros visiblemente dominantes por tamaño o por ser astados.

Por último, NUNCA se deben encerrar los toros (reproductores activos) en corrales de engorde. Y como dicen los que saben “evitar la sobrealimentación y el sedentarismo”.



El equipo Topangus se encuentra a su disposición para cualquier consulta.